El año de… Alejandro Marcos

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Alejandro Marcos, a hombros de La Glorieta. © Miguel Hernández

Alejandro Marcos, con sólo siete paseíllos, se erigió el pasado año como uno de los nombres jóvenes a tener muy en cuenta en las grandes Ferias este 2022, sobre todo en una plaza de Madrid en la que debe confirmar su alternativa. Recordamos cómo fue su temporada, marcada por el doble triunfo de Salamanca.

Redacción:

Alejandro Marcos, con sólo siete paseíllos, se erigió el pasado año como uno de los nombres jóvenes a tener muy en cuenta en las grandes Ferias este 2022, sobre todo en una plaza de Madrid en la que debe confirmar su alternativa. Recordamos cómo fue su temporada, marcada por el doble triunfo de Salamanca.

Uno de los toreros jóvenes que dejó un 2021 para el recuerdo fue el salmantino Alejandro Marcos. Fueron pocos los paseíllos que hizo, pero en todos ellos dejó el aroma de un toreo diferente, natural, personal y, sobre todo, que llama a las puertas de las grandes Ferias en 2022. Fue triunfador de la Feria de Salamanca tras salir a hombros en la tarde de Galache y ganarse la repetición el Día de San Mateo. A continuación repasamos lo que fue la pasada temporada de Alejandro Marcos.

De Arévalo a Polaciones, pasando por el indulto de Cantalejo

En Arévalo, en la provincia de Ávila, fue su inicio de temporada, arrancando ésta el día 9 de julio, trenzando el paseo al lado de Morante de la Puebla con un encierro de Garcigrande. Sorprendió Marcos con el buen tercero con una lidia desde el inicio con el capote basada en la suavidad y temple. Faena a más por ambos pitones cuajando al buen Garcigrande. La pena fue la estocada, defectuosa y trasera, pero tras tres descabellos paseó una oreja. A su segundo lo recibió Alejandro Marcos a pies juntos. Toro justo de fuerzas al que dejó una faena basada en el lado derecho ante un noble oponente de Garcigrande. Mucho gusto el de Alejandro que de nuevo llegó a los tendidos por ambos lados, con momentos incluso de arrebato e incluso de desplantes de rodillas. Ahora sí, dejó una estocada entera y se llevó las dos orejas.

Unos días después, la localidad francesa de Orthez celebraba, el 14 de julio, su tradicional corrida de toros en la que se lidiaba un concurso de ganaderías charras. Pedrés, Valdefresno, Hermanos Sánchez Herrero, El Risco, Juan Luis Fraile y Julio García competían por ver qué toro era el mejor con Octavio Chacón, Alejandro Marcos y El Adoureño en el cartel. Pero, a la postre, fue un festejo accidentado en el que El Adoureño resultó herido de forma grave en el cuarto, un toro que le corneó cerca de la femoral; tras pasaportar Alejandro Marcos al quinto, el festejo debió ser suspendido al haberse marchado el equipo médico al hospital de Dax con el torero herido para ser operado.

De Hermanos Sánchez Herrero era el tercero, con el que Alejandro Marcos se explayó a la verónica, mostrando el buen gusto capotero que posee. Luego, el animal, fue a mucho menos. El animal se mostró reservón y con muchas complicaciones para banderillearlo. Marcos, muleta en mano, lo intentó por ambos pitones pero, ni por el derecho ni por el izquierdo, el animal tenía nada que sacar. Mató de tres pinchazos y un descabello. Fue silenciado.

Se corrió turno y tuvo que lidiar al quinto Alejandro Marcos, un animal de Julio García al que le cortó una oreja. Buen recibo de capote del torero salmantino, que se explayó por la mano diestra, el mejor pitón del animal. Más aislado el toreo a zurdas, un pitón más deslucido pero en el que logró buenos naturales sueltos el joven torero. Mató de estocada y descabello y paseó el apéndice.

En Cantalejo, en la provincia de Segovia, fue la siguiente parada del joven casi un mes después, el día 16 de agosto. Aquella tarde, el torero de La Fuente de San Esteban firmó una faena prodigiosa ante el sexto toro de la tarde. Obra excelsa del torero salmantino que continúa su magnífica temporada en la que está pidiendo paso a gritos. Esta vez logró el primer indulto de su carrera como matador de toros, con el astado Destilado, de la ganadería salmantina de Domingo Hernández

Hasta Polaciones, en Cantabria, viajó quince días después, en la tarde del 29 de agosto, en la que se enfrentó a una corrida de Antonio Bañuelos a la que le paseó cuatro orejas entre la alegría de un tendido que vibró con la tauromaquia. Y esa fue la tarde que preludió a la de Bayona.

Aquel día, Marcos paseó una oreja de peso en el cuarto animal: buen recibo capotero del charro, saludos de Alberto Sandoval tras un buen tercio de varas y sometedor inicio de faena del de Fuente de San Esteban. Dos tandas de toreo en redondo a diestras, una serie de naturales de buen trazo y vuelta a la diestra, pero el animal ya había echado la persiana. Estocada y premio.

Salamanca, 12 de septiembre: Los genios no suelen equivocarse

Marcos

Los genios no suelen equivocarse. Los genios llegan a grandes logros que no hubieran nunca imaginado desde la razón. Sí desde la intuición. Los genios desarrollan la intuición asumiéndola como un camino de ida repleto de desafíos que te conducen a ir cada vez más lejos y más profundo, y por eso son genios, y por eso su intuición no suele equivocarse. Morante no se equivocaba cuando vio hace ya unos años atrás que en el de la Fuente de San Esteban brotaba el toreo caro y que era cuestión de tiempo que aquello explotara.

Le brotó del alma a Alejandro Marcos eso que se siente y que se interpreta de forma innata, y el alma en el toreo es eso que surge para regir los vuelos y que sean las muñecas las que se atrevan a dirigir el movimiento. A Marcos tenía que valerle todo este domingo para que la apuesta del genio no desfalleciera y estalló la conjunción perfecta cuando no habían llegado las ocho y ese berrendo colorao de Paco Galache pisó la arena con una embestida franca. Recetó Marcos unas verónicas de gusto para recibir a ‘Gandillito’ y le puso luego gusto para llevarlo al caballo. Quite por tafalleras y una extraordinaria media. Brindó a Morante y eso marcó la senda.

Cuidando siempre al toro empezó muy despacio Alejandro a marcar el camino. Capacidad e inteligencia para templarle la embestida con quietud en el embroque. Y supo arrancarle las tandas por la diestra dejándole el trapo en la cara y tirando con solvencia y mucha clase después al natural. Citó también de lejos a favor del lucimiento del toro. Tremenda clase para seguir cuando el de Galache quiso frenarse. Se la seguía Alejandro presentando muy plana, por abajo. Le encadenó circulares en el final para vencer sobre la embestida y esos cambios de mano sublimes para lograr el delirio y culminar con una estocada entera y unir los corazones de todos para darle el triunfo soñado. La Glorieta rota con él. Morante sonreía desde el callejón. Bien sabía el de la Puebla lo que había en este torero. El mérito de la despaciosidad y el sabor de la torería que el genio bien conoce.

Ya se intuyó cante grande en Alejandro Marcos cuando a su primero le recetó unas verónicas marcadas por la cadencia y más clase impregnó cuando galleó por chicuelinas para llevar el toro al caballo, cuando brindó al público y lanzó una mirada al cielo en recuerdo al maestro Juan José, cuando perdió las manos el animal y se lo llevó Alejandro Marcos muy templado a los medios, cuando fue sutil en el trasteo para conducir la embestida del noble animal con mucho poso y mucho gusto, cuando apostó por la verticalidad y suavidad en el trazo sobre ambas manos de principio a fin y solo la espada le robó el primer premio.  Tremenda manera la que tuvo Marcos de andar en la plaza. Torería por doquier.

María Fuentes

Una oreja más el día de San Mateo en Salamanca

A Marcos

Y, para cerrar su año, volvió a mostrar en Salamanca su excepcional naturalidad en la corrida del Día de San Mateo. Su concepto clásico, de sencillas formas, su concepto que nos trae recuerdos de su valedor Juan José. Lanceó con buen ritmo a la verónica animoso y entregado, tras una vara cabeceando el peto corto en banderillas. Brindó al público, y comenzó una faena por abajo con derechazos de muy buen todo y trazo, sobre ese pitón consiguió los mejores momentos. Bajó el tono al natural molestaba el aire, pero fue una faena precisa de buen corte y naturalidad, que pinchó al matar por dos veces antes de cobrar entera, y fue ovacionado ante su primero.

Se superó Marcos en que cerraba tarde y feria, un animal de feo estilo, parado en banderillas tras una discreta vara, superior de inicios con la muleta. Fue tirando de la embestida y logró pasajes de buena estructura bien rematados, con mucho ajuste y manteniendo la verticalidad. Al natural hubo altibajos, porque el animal no duró más. Le puso tesón y ganas el de la Fuente, se tiró a matar para completar y justificar su paso doble, por la feria, que a la postre fue uno de los que la revitalizaron.

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