“Cada cual se fabrica su destino”
«Cada cosa en un mundo y cada persona un pueblo”
Miguel De Cervantes Saavedra.
“Cada cual se fabrica su destino”
«Cada cosa en un mundo y cada persona un pueblo”
Miguel De Cervantes Saavedra.
Redacción: Humberto Botero Jaramillo
El Quijote aquel ser dedicado a las luchas y a los placeres de la vida, a los goces del amor, tanto más activo cuanto obraba solo en aquella ruina humana, tenía que perder la noción de la realidad, del vivir para vagar por las regiones del delirio, el que es buen gallo, dondequiera canta, y rematado por tanta lectura disparatada “le pareció convenible y necesario hacerse caballero andante e irse por el mundo, con el fin de ejercitarse en lo que había leído que hacían los caballeros andantes: deshacer
agravios y ponerse en peligros para una vez superados cobrar eterno nombre y fama”. “Caballero andante he de morir y baje o suba el Turco, cuando él quiera y cuan poderosamente pudiere, que otra vez digo que Dios me entiende” “Quien fue el mentecato, vuelvo a decir, que no sabe que no hay de hidalgo con tanta preeminencias ni exenciones como la que adquiere un caballero andante el día que arma caballero y se entrega al duro ejercicio de la caballería” Las costumbres adquiridas en la niñez, duran toda vida. Lo que entra con la faja, entra con la mortaja.
Cabe repasar la lista de algunos Caballeros andantes: Amadís de Gaula, Roldan, Orlando o Rotolando, Palmerin, Tirante el blanco, Lisuarte, Belianis, Perion de Gaula, Felixmarte de Hircania, Esplandian, Cirongilio de Tracia, Rodamonte, el rey Sobrino, Reinaldos, Rugero y los Duques de Ferrara.
De Roldan, Orlando o Rotolando que con estos nombres le nombran las historias, soy de parecer, decía el Quijote, y me afirmo que fue de mediana estatura, ancho de espaldas, algo estevado, moreno de rostro y barbitaheño, velloso en el cuerpo y de vista amenazadora, corto de razones, pero muy comedido y bien criado.
Por estos lares de la tauromaquia, no pueden faltar los caballeros andantes como los concebía en sus reatas el doctor Ernesto Gutiérrez Arango para bautizar sus toros con los nombres de quienes tomaron a cargo y echaron sobre sus espaldas la defensa de los reinos, el amparo de las doncellas, el socorro de los huérfanos y pupilos, el castigo de los soberbios y el premio de los humildes.
Muchos habían triunfado en los ruedos, pero faltaba uno que se hallaba a leguas distante del lugar donde se embarcó y saltando en tierra remota y no conocida, le sucedieron cosas dignas de estar escritas, no en pergaminos, sino en bronces, esto ocurrió el 28 de diciembre de 2015 en la Plaza de Toros de Cañaveralejo cuando Rotolando de la Ganadería del doctor Ernesto Gutiérrez salto al ruedo y a mí como presidente me toco ordenar el indulto, fue un precioso toro marcado con el número 398 de 528 kilos con el trapío de los buenos y la bravura de los toros para vacas, lidiado por el Juli. Desde que salió le observé sus grandes caracteres de lidia: rectitud, recorrido, fijeza, movilidad y galope ipsofacto les dije a mis asesores, David Calero y Juan Gonzalo Montoya este es de indulto. El Juli estuvo sensacional desde el inicio, en verónicas cadenciosas ante la calidad del toro. Se lució por chicuelinas y se adornó por lopecinas, en el quite después de la gran pelea con los del castoreño.
Algo muy grande se veía venir después del brindis emocionado a los 16.000 aficionados, brotaron las series por bajo con exquisito temple por ambos pitones y los oles comenzaron a escucharse con fuerza en la plaza. Toro y torero se crecieron y crecieron las emociones en los muletazos, continuos en redondo, citando de espaldas, dando ajustadísimos molinetes al compás del pasodoble.
Más pases, más series, más desplantes y voces pidiendo el indulto con pañuelos en la mano hasta que asomo el pañuelo amarillo que extendí sobre la pared para perdonar la muerte del gran caballero andante de la ganadería del doctor Ernesto Gutiérrez, el inolvidable Rotolando. Esa tarde el viento arrastraba rumores, ecos, risas, murmullos misteriosos, aleteos, música nunca oída y en el fondo se veían los bellos cuerpos del toro y el torero y ellos dos con el acento que me hablaría un arpa, decían gracias con un divino idioma de esperanza.
Pero la historia de Rotolando no termina allí. Se extiende y vuelvo a ser protagonista porque estaba presente esa noche del 7 de enero de 2022 en el Festival Taurino en la Plaza de Toros de Manizales. Dos hijos de Rotolando escriben la historia: Cuentero es indultado por Andrés Roca Rey y Dante lidiado por el nuevo fenómeno mundial del toreo Marco Pérez que le corta las dos orejas.
Se entiende por cuentero a una persona que se dedica o acostumbra a contar murmuraciones, chismes, embustes, enredos, pero este Cuentero se destinara a transmitir como su padre la bravura integral que es la capacidad de lucha del toro hasta el momento de su muerte, son las ansias de embestir a lo largo de toda la lidia y la toreabilidad que es el afán del toro para alcanzar aquello que se mueve, es decir, los vuelos del capote y la muleta.
Así describe magistralmente Daniel Ríos la lidia de Cuentero: “Pero en los toros, como en las buenas películas de suspenso, las emociones fuertes aparecen en cualquier esquina. Por la puerta de toriles asomo Cuentero, de escasos 406 kilos y pronto Andrés Roca Rey se hizo con el animal. Lo sometió con el capote y desde el primer lance no solo se impuso ante el toro, sino que además exhibió una bandera que decía que Manizales, tierra de Emilio de Justo por estos días y feudo del Juli desde siempre, también podía ser suya. Y lo fue. Después de eso, toreo raudo, pero no por ello menos bueno; y el hijo de Rotolando fue indultado. Dos orejas simbólicas para Roca Rey y la plaza ronca de tanto gritar ¡torero! ¡torero! ¡torero!
Y para concluir aparecen Marco Pérez y Dante. En la Divina Comedia Dante Alighieri cuenta su maravilloso peregrinaje por el infierno: “Maestro, ¿qué es lo que oigo, y que gente es esa, que parece doblegada por el dolor? Me respondió: Esta miserable suerte está reservada a las tristes almas de aquellos que vivieron sin merecer alabanzas ni vituperio: están confundidas entre el perverso coro de los ángeles que no fueron rebeldes ni fieles a Dios, sino que solo vivieron para sí.
EL Cielo los lanzo de su seno por no ser menos hermoso pero el profundo infierno, no quiere recibirlos por la gloria que con ello podrían reportar los demás culpables”, el purgatorio, “! ¡Ah!, cuando vuelvas al mundo, y hayas descansado de tu largo viaje-continuo un tercer espíritu, luego que hubo acabado de hablar el segundo, acuérdate de mí, que soy la Pía. Siena me hizo, y las marismas me deshicieron; bien lo sabe aquel que, siendo ya viuda, me puso en el dedo su anillo enriquecido de piedras preciosas, y finalmente el paraíso, “Por lo cual Beatriz, lanzando un piadoso suspiro, y repuso: Todas las cosas guardan un orden entre sí; y este orden es la forma, que hace al universo semejante a Dios”, guiado por el poeta Romano Virgilio y con la intermediación de una bella dama florentina Beatriz, que se convierte así en mito de la poesía amorosa. Esta obra reúne la cosmovisión grecoromana y la cultura cristiana, exponiendo con elegancia las verdades de fe y recapitulando la historia del mundo.
Dante completo la Divina Comedia poco antes de su muerte en 1321. Dos hechos biográficos, la muerte de su amada Beatriz y el exilio de su cuidad, Florencia le sumieron en un estado de zozobra que solo logro superar a través de la escritura de esta colosal obra.
Y Ahora aparecen Dante el Toro y Marco Pérez la novedad de la feria para escribir la Divina Comedia taurina de la Feria de Manizales. Así lo remata Daniel Ríos “Con soberbia torera, lanceo a la verónica y toreo con verdad por ambos pitones. Yo sé que los aficionados a los toros somos proclives a la exageración, pero créanme que esta vez (de verdad, verdad) la actuación de Pérez fue apoteósica. Con facilidad, la plaza se rindió a los pies del torero y grito inspirada torero, torero, torero. Marco, Marco, Marco”. Corta las dos orejas y Dante, hijo de Rotolando, se va en su viaje eterno hacia el Cielo a buscar a la Bella Beatriz. Colorín colorado este cuento se ha acabado.