El anuncio llegó después de que el Instituto Distrital de Recreación y Deporte declarara desierta la licitación para la concesión temporal de la plaza para la realización de corridas de toros en Bogotá.
En 2022 no habrá temporada taurina en Bogotá. Así lo anunció el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) luego de que ningún oferente se presentara a la convocatoria que abrió el Distrito para otorgar la concesión para la realización de corridas de toros en la Plaza de la Santamaría, ubicada en el centro de la ciudad.
Esto se debe a la imposición de nuevas condiciones para los organizadores de este tipo de eventos debido a la implementación del Acuerdo 767 de 2020 del Concejo de Bogotá “por el cual se desincentivan las prácticas taurinas”.
En ese sentido, el acuerdo establece los siguientes requerimientos para los organizadores de corridas:
- No se podrán usar instrumentos que laceren, corten, mutilen, hieran, quemen o lastimen en cualquier forma a los animales, lo que equivale a la prohibición de usar cualquier instrumento de tortura.
- No se podrá matar a los toros como parte del espectáculo.
- El organizador deberá destinar el 30 % del espacio de la publicidad para informar del sufrimiento que padecen los animales en las corridas de toros.
- Todos los gastos de operación de los eventos taurinos serán asumidos por el organizador.
“No prohibimos, porque solo el Congreso puede hacerlo, pero sí desincentivamos haciendo uso de nuestras competencias legales y constitucionales y hoy se cumple el propósito que nos propusimos: librar a los toros de la tortura y muerte en estos crueles festejos”, aseguró la exconcejal de Bogotá y autora del Acuerdo, Andrea Padilla.
Vale recordar que el Distrito no puede prohibir las corridas de toros en la ciudad y está obligada por orden la Corte Constitucional a alquilarla para la realización de corridas taurinas. Por lo cual, el año pasado se realizaron varias jornadas de corridas de toros, aunque no tuvieron gran acogida. De esta manera, sigue abierto el debate sobre la prohibición o no de las corridas taurinas a través de un proyecto de ley en el Congreso de la República.