Redacción: Federico Baquero Toro’s
LO BUENO
La entrega en los tendidos.
El clima sobre la plaza.
Los faroles de El Juli en el primero.
Los palos de Santana y Giraldo, no saludaron, porque el matador no lo concedió.
Los muletazos por alto al primero.
Tandas armónicas y mandonas.
Los tiempos que El Juli dejaba al toro para luego retomar y consolidad tandas sólidas.
Profesor, #354 de Gutiérrez, que regresó al kilómetro 28 a pastar y padrear.
El aguante de Garrido para llegar a dejar dos pares en todo lo alto del segundo. Emerson Pineda también dejó buenos palos. Los dos saludaron.
La disposición y técnica de Luis Bolívar quién no se derrotó frente a uno que no entregaba buenas expectativas. El colombiano porfió y logró sacar faena al que no lucía. A falta de ligar por las condiciones del toro, hubo muleta mandona y con sentido de lidiador. Fueron tandas de tres en línea y uno más arrancado.
La estocada de Bolívar, certera.
Las verónicas templadas de Rufo al tercero.
Jaime Devia ganó el olivo tras borrar un fallo y dejar un par en todo lo alto.
El pitón izquierdo de Rapunzel.
La estocada de Tomás Rufo al tercero fue hasta la empuñadura.
El Juli entendió a su segundo y le formuló tandas a media altura buscando el beneficio del toro, e impidiendo que se cayera. La faena fue correcta en la formulación y dosificación.
Luis Bolívar entendió a su segundo y le puso todo con facilidad para que no abandonará la muleta.
La nobleza del cuarto.
Los naturales a media altura y con mucho temple de Luis mostraron el conocimiento del nacional para sacar provecho del que no tenía alegría.
Las dos orejas justas a Luis Bolívar.
Los palos de Andrés Herrera y El Pino.
Buenos quites de Luis Bolívar en el tercio de banderillas del sexto.
LO MALO
Uno de los monosabios terminando el tercio de varas del primero, recibió un fuerte golpe al tratar de ganar el burladero.
El segundo, en un fenotipo no típico en Gutiérrez se alejaba de lo esperado por todos los asistentes.
El segundo giraba en contrario, augurándole a la lidia no mucho futuro.
Turpial solo iba en tres ocasiones a la muleta, luego había que obligarlo.
Reynario Bulla marró con la vara.
El tercero no remataba sus embestidas, incluso llevaba arriba la cabeza.
El tercero iba pero no transmitía la emoción que se requiere para disfrutar de una faena.
El cuarto sin fuerza, dejándose hacer las cosas, pero sin transmitir.
La vuelta al ruedo del cuarto, que no merecía tal premio. Lo merecido para el torero.
LO FEO
La prueba de un chorreado que se aleja a la línea normal de Gutiérrez.
Al final de la faena el tercero se fracturó la «mano» derecha.
El cuarto llegó al caballo recorriendo las tablas.