Redacción: Jerónimo Baquero Toro’s
Salto al ruedo un astado bajo de casta, distraído y con pocas expectativas para la lidia. Luis Miguel correcto con los trastos. Trato de estar frente a la cara del inconsistente astado. La espada llamo descabello mientras el palco hacía sonar el clarín.
Como segundo un castaño poco codicioso y débil para Ortega, impidiendo que el torero tuviese dio fin al momento de trámite. Pitos justos al toro y palmas a Ortega.
El tercero fue un toro al que Roca Rey le entendió en sus embestidas, las distancias embarcaron al caribonito para tirar de él. El peruano sobrepasó lo entregado por el cornupeta. Embistió Andrés y suplió lo que el toro tímidamente mostraba. Espada fulminante y dos rápidas y justas orejas.
El cuarto un caza mariposas, media, fijaba y atacaba a lo que se moviera. Castrillón correcto con el impotable. La capa y luego la muleta intentando lidia a uno que solo quería destruir el cuadro. En la espada quedó pendiente. Dos avisos, pitos al toro y pena con el actuante.
Para destruir el viejo adagio de que no hay quinto malo, el de Ortega fue otro invisible astado. Ortega correcto con el incorrecto astado. Brinca en el arrastre.
El cierre de Roca fue con otro manso. Con sorpresa el peruano brindó su labor. El imán que lleva en su muleta sirvió para robarle muletazos al ejemplar. La técnica de Andrés favorecía la falencia del astado. Le exprimió todo lo existente y lo inimaginable. La espada en todo lo alto. Una oreja y pitos al toro.
