Redacción: Federico Baquero Toro’s
Lo Bueno
El público, que aguanta y aguanta tarde tras tarde cada chaparrón que en otras latitudes buscarían escapar, aquí no, aquí a los toros.
La lidia de Garrido al primero de la tarde.
Un quite de Emerson Pineda salvaguardar a su compañero El Pino.
Menos malo el pitón derecho.
El trabajo de los monosabios para arreglar el ruedo.
Un par de banderillas de Emerson Pineda al segundo de la tarde.
Ortega correcto con lo poco que le correspondió en suerte.
La espada que dejó en segunda comparecencia frente al inédito toro de Caicedo.
Roca sacó el frasco de la técnica para hacer vistosa una faena que por el toro pasaría inédita. Todo en pro de la fiesta. Roca se inventó una faena vistosa con uno que no lucía emoción.
El trabajo con la puntilla por parte de Carlos Rodríguez.
Las banderillas de Santana en dos comparecencias.
El quite de Pineda para salvaguardar la vida de Viruta en el sexto.
Roca con su honestidad brindó la lidia y muerte del sexto. A él todos le valen y a ninguno le hace el feo.
La espada del sexto también fue fulminante.
Lo Malo
Ad portas de iniciar la corrida el cielo no se aguantó las ganas de llegar a la plaza de toros para ver el importe cartel y a llover se dijo.
El primero de la tarde fue falta de casta, irregular, protestando los engaños y mirando a los tendidos. Ejemplar de gónadas altas. Caminador y derrotando por ambos pitones.
Un revolcón que recibió Jaime Devia al salir de colocar un par al primero.
El castaño segundo en turno lámina y poco de codicia en los percales inválido y de embestidas mentirosas.
El tercero, otro castaño de linda lámina, no entregó emoción o transmisión, todo lo dejó a Roca.
El cuarto, dejó mucho que desear. Bonito y sin contenido, lo que de adentro venía eran arreones contra lo que se moviese. Al torero, al caballo y a los banderilleros. Notoria juventud irrespetuosa, de manas ideas y ganas de derrumbar la ilusión.
El quinto repitió dosis de falta de y de y de. Sólo bonito de empaque y nada de fondo.
Que pena con Juan Ortega, dos toros, dos regalitos impresentables. Sin materia prima es imposible.
El sexto otro manso impresentable e impotable.
Lo Feo
La embestidas irregulares y peligrosas del primero de Juan Bernardo.