En la mañana de hoy he sido llamado «Un Petro de los Toros», he sido acusado «haces parte de los empresarios que durante 20 años acabaron con la fiesta en Cali y Medellín», así mismo, se me ha manifestado que si tengo los «cojones» de decir que el propio de presidente de las corridas de toros en Cali José Manuel Ferreira, no cumple con las expectativas de un público que paga, de unos profesionales que se visten de luces y merecen respeto, incluso y aún más por un palco que comete equivocaciones y no asimila que hay que corregir el camino, leer la Ley colombiana y buscar se garantice un espectáculo en condiciones.
Redacción: Javier Baquero – Jaba
En la mañana de hoy he sido llamado «Un Petro de los Toros», he sido acusado «haces parte de los empresarios que durante 20 años acabaron con la fiesta en Cali y Medellín», así mismo, se me pregunto que si tengo los «cojones» de decir que el propio de presidente de las corridas de toros en Cali?, y sí los tengo, José Manuel Ferreira, no cumple con las expectativas de un público que paga, de unos profesionales que se visten de luces y merecen respeto, incluso de un palco que comete equivocaciones y no asimila que hay que corregir el camino, leer la Ley colombiana y buscar se garantice un espectáculo en condiciones dignas.
Ese mismo «presidente», al decirle que un toro cojo debió haber sido cambiado para dar garantías a un torero, me respondió que «yo no puedo cambiarle los cojones a un torero», señor al respecto solo debo reiterar a los profesionales del toro hay que respetarlos, brindarles las garantías y el público dirá si el torero es o no es, usted a lo suyo, a conducir las corridas de la mano de la ley.
Solo quiero decirle a este señor, como para que no digan otra cosa, que hago parte de una de las dinastías taurinas más respetadas de este país. No hago, ni fui parte de ninguna empresa , ni de Cali, ni de Medellín e incluso, de de mi ciudad natal, Bogotá.
Defiendo y he defendido la fiesta de los toros desde que tengo uso de razón, y diría más, que desde el vientre de mi madre, dónde iba a los toros. Defiendo y defenderé los toros y la pulcritud en su manejo, la fiesta en su integridad y a todos y cada uno de los hombres que visten de luces.
No tengo fincas como las que usted presume tener, pero tengo un criterio, un nombre y unos lectores a quienes debo mi prestigio y respeto. No soy Petro, soy Baquero, Javier Baquero.
Finalmente, algo más, en tierras extrañas siempre serás extranjero y a los locales se les respeta, por simple norma de urbanidad.