Sobre su reaparición en la México, Macías dijo: “Estoy viviendo una felicidad nacida del agradecimiento a Dios por volverme a dar la oportunidad de torear, algo que veía lejos y hasta imposible».
Redacción: Adiel Armando Bolio
La Temporada Grande en la Monumental Plaza México presenta este 26 de enero, a las 16:30 horas, el décimo cuarto cartel del serial, con una combinación más que atractiva, apareciendo los nombres del balear Antonio Ferrera y los aquicalidenses Arturo Macías y Luis David Adame para lidiar el encierro de jalisciense de Villa Carmela.
Sin duda, lo que “roba” la atención es el regreso a los ruedos de Arturo Macías, tras haber superado las lesiones que sufrió en la pierna derecha y que lo tuvieron parado desde el 8 de septiembre de 2019 cuando lo hirió el toro “Chamorro” de Pallarés en el coso Monumental de Las Ventas de Madrid.
Sobre su reaparición en la México, Macías dijo: “Estoy viviendo una felicidad nacida del agradecimiento a Dios por volverme a dar la oportunidad de torear, algo que veía lejos y hasta imposible, pero ahora es diferente pues tendré que utilizar un aparato ortopédico, aunque siempre haciendo todo con dedicación”.
Sobre el tiempo que lleva entrenando, ya teniendo en mente su retorno a los ruedos, comentó: “Apenas desde hace mes y medio, no puedo apoyar bien el pie derecho, anduve tres meses ayudado por muletas pues la fractura del peroné no soldaba, pero gracias a la fuerza, paciencia y ganas de hacerlo de nuevo es que aquí estoy convencido de lo que quiero”.
Eso lo llevó a modificar su tauromaquia y de ello confesó que “la he tenido que modificar para bien, de ahí que he toreado más toros que vacas ya que éstas son más rápidas y como mi desempeño es con los toros entonces mi toreo se ha vuelto más templado, de perder más pasos, tengo que ir en contra de la rapidez porque puedo caer. He aprendido a conocer mis limitaciones y a aprender de ellas”.
Reaparecer en México -finalizó Macías- “es una osadía de mi parte. Lo mejor hubiera sido hacerlo en un pueblo, pero no soy normal, siempre ando ‘al filo de la navaja’ y nunca cambiaré mi forma de pensar. Quiero la México porque ha sido la columna vertebral de mi carrera”.