Las orejas igualaron injustamente la labor de Sergio y Andy
Redacción: Carlos Ilián – marca.com
Plaza de Madrid. Quinta corrida. Menos de tres cuartos de entrada. Toros de Fermín Bohórquez (5), desiguales de juego. Andy Cartagena (6). Rejón (saludos). Pinchazo y rejón (una oreja). Segio Galán (7). Rejón (saludos). Rejón (una oreja). Andrés Romero (5). Pinchazo y rejón caído y atravesado (silencio). Medio rejón (saludos)
La primera tarde de rejones de este San Isidro ha tenido la compañía nada agradable de un viento frío que dejó tiritando a más de uno. Tampoco ha sido una tarde de apoteosis, tan frecuentes en estas corridas del toreo a caballo pero si que hemos visto un rejoneo clásico y austero, el de Sergio Galán que de largo ha sido quien ha puesto el punto del toreo sin estridencias, muy bien ejecutado, clavando al estribo y especialmente en el quinto toro, el mejor de la corrida de Bohórquez, y con el cual Galán con su caballo Ojeda siempre fue de frente y con Óleo puso un impecable par a dos manos.
Mató de un gran rejón y el premio de una oreja pareció muy rácano pues igualaba al de Cartagena por una actuación casi circense, lejos de la ortodoxia de Galán. En efecto el rejoneador alicantino hizo toda una exhibición para ala galería tanto em el balanceo con Cupido como las piruetas en dos patas con Luminoso. Una actuación muy de su marca aunque estya vez el espectáculo tuvo más que ver con la doma que con el toreo a caballo.
Andrés Romero lució en los quiebros al sexto toro, que le salieron muy limpios, pero igual que en su primero no hubo conexión con la gente.