El de Fuenlabrada corta una oreja y Escribano da una vuelta al ruedo con manejables núñez de Pereda
Redacción: elmundo.es
La Corrida Goyesca del 2 de mayo reunió en su momento a grandes figuras. Aficionados recordaban los nombres de César Rincón, Enrique Ponce o José Tomás. José Miguel Arroyo ‘Joselito‘ hizo suya esta fecha del calendario taurino en 1996 con su gesto y triunfo en solitario. Hace quince años otro torero de Madrid abrió la puerta de la gloria: Uceda Leal. Los últimos en lograrlo fueron Morenito de Aranda y López Simón. La Comunidad de Madrid delegó en la empresa gestora la confección de este cartel convirtiéndose en una nueva tarde de oportunidades pero de escaso interés a nivel de público: 8.000 asistentes. Ocasión que aprovechó Francisco José Espadapara reivindicarse con un trofeo a su firme disposición.
El aficionado, sin embargo, recordaría la estocada y oreja de Cristian Escribano con la de Valdellán en 2018, el premio de Espada en el último San Isidro y la impactante presentación de Ángel Sánchez como novillero tres temporadas atrás. La corrida escogida fue la de José Luis Pereda. Sus buenas y serias hechuras estuvieron complementadas por nobles embestidas -a excepción del avisado sexto-. Seis toros cinqueños, bajos, astifinos, cuajados. Si hubiera tenido un punto más de clase…
El segundo tenía leña para pasar un invierno, como dirían los antiguos. La actitud de Francisco José Espada fue encomiable desde que se puso delante del pavo de Pereda. Pura decisión. David Prados, hermano de El Fundi, picó con medida y en su sitio. El arranque de faena fue por estatuarios, por alto. Un parón a medio metro. Una incertidumbre incontenida en la plaza y sólo dominada por Espada que se sacó la muleta por la espalda acongojando a todo el mundo. La emoción estalló en un pase de pecho con todo el toro por delante. Madrid entró en la faena. El toro pasaba sin demasiada expresión, en ocasiones a media altura. No le importó al torero de Fuenlabrada que buscó el sitio de mayor compromiso con su espatarrada entrega. Las ceñidas manoletinas del final volvieron a helar a los tendidos. Se fue como una vela tras la espada y la oreja premió su compromiso. El burraco que hizo quinto destacó por ser manejable no así por su calidad. Las mismas ganas de Espada no bastaron para convencer a Madrid. Por un momento, en el emotivo arranque de faena, tan cerca la Puerta Grande. Después la faena se eternizó sin explicación.
Detalles de calidad torera tuvo la actuación de Cristian Escribano. Un torero con oficio, buen corte y fino con la espada. Fue en el cuarto cuando rozó el trofeo. A punto estuvo de equilibrarse la balanza a favor del toro. Esa populista justicia que premia a los toros que se arrancan de lejos hagan lo que hagan después en la jurisdicción del torero. La generosidad de Escribano se unión a un buen ramillete de derechazos aprovechando la inercia citada. Cuando lo quiso apretar el toro dijo nastis. Escribano dejó para el recuerdo un torero inicio y un tropezado aunque perfumado final y, sobre todo, una soberbia estocada. En el noblote núñez que abrió la tarde quedó una trincherilla de erguida composición así como un acompasado inicio genuflexo.
Ángel Sánchez tuvo el lote más a contra estilo. Quiso torear, porque es de los jóvenes que saben hacerlo. El tercero se paró tras un exigente inicio de faena además de una mala caída, se tornó protestón. El sexto, avisado casi de salida, se orientó pronto especialmente por el pitón izquierdo. Sánchez se dio la coba justa y naufragó estrepitosamente con los aceros.
Plaza de toros de Las Ventas. Jueves, 2 de mayo de 2019. Corrida Goyesca. Un tercio de entrada.Toros de José Luis Pereda, pareja y bien presentada. De manejable juego sin clase. Noble pero sin transmisión el 1º, sin humillación el 2º, rebrincado el 3º, pasador pero sin clase el 4º, noble pero sin calidad el 5º y sin recorrido el orientado 6º.
Cristian Escribano, de gris plomo e hilo blanco. Estocada baja (silencio). En el cuarto, gran estocada. Un aviso (vuelta al ruedo tras leve petición).
Francisco José Espada, de gris perla e hilo negro. Estocada (oreja). En el quinto, estocada habilidosa. Aviso (saludos)
Ángel Sánchez, de azul rey e hilo negro. Pinchazo y estocada desprendida (saludos). En el sexto, dos lamentables metisacas, cuatro pinchazos y tres descabellos (silencio).