De ‘Horroroso’ a ‘Damasco’, dos toros de bandera, a Roca Rey y Paco Ureña

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Sebastián Castella y el toro 'Horroroso', la tarde del pasado día 17. TESEO
BALANCE DE LA FERIA DE FALLAS

Otra sorpresa positiva del ciclo fue el buen gusto del torero sevillano Pablo Aguado

Redacción: VICENTE SOBRINOelpais.com

De los 46 toros de lidia de a pie y los 12 novillos que saltaron al ruedo en estas Fallas, ninguno volvió a los corrales. Dato inaudito. Vacaciones, pues, para los cabestros del coso valenciano que no hicieron ninguna salida. El dato es rotundo, como también lo es que sí hubo algún toro al que salvó la campana. Las fuerzas de los toros lidiados han sido muy justas, con las excepciones de rigor, y alguno de esos toros que parecían de salida condenados a volver por donde habían salido, se recuperaron milagrosamente. Y de esos 46 astados, dos destacan sobremanera: ‘Horroroso’, de Jandilla, lidiado el domingo por Sebastián Castella, y ‘Damasco’, de Fuente Ymbro, que saltó en segundo lugar el día de San José. Dos toros que recibieron honores póstumos en el arrastre, y aunque dos toros de juego excepcional ninguno se pareció al otro en cuanto a juego. El ‘Horroroso’ de Jandilla, bien presentado, regordío y algo engatillado de cuerna, tuvo cadencia, súper calidad y nobleza. Un toro de alta distinción en todos los sentidos. Incluso derribó las dos veces que fue al caballo. La polémica, que se veía venir nada más abrir la faena Castella, se desató al final cuando la plaza, en plebiscito unánime, pidió su indulto. Castella intentó, alargando la faena, que el pañuelo naranja asomara por el palco, pero el presidente ordenó al matador que matara al toro. La discusión sobre si era de indulto o no está servida. La comparación surgió con el último toro indultado en Valencia, hace dos años, por López Simón, de Domingo Hernández. La opinión general es que ‘Horroroso’ mereció más el perdón que ‘Pasmoso’.

ROCA REY, TRIUNFADOR DE LA FERIA
El torero peruano Andrés Roca Rey ha sido declarado triunfador de la Feria de Fallas 2019, según el fallo del jurado presidido por Toni Gaspar, presidente de la Diputación de Valencia., y compuesto por periodistas locales, miembros del equipo médico y veterinario del coso valenciano, y otros profesionales.
Roca Rey abrió la Puerta Grande el pasado 15 tras cosechar una rotunda actuación de tres orejas en la corrida de Victoriano del Río.
Paco Ureña ha sido elegido autor de la mejor faena del serial.
Otros premiados han sido el subalterno José Chacón, de la cuadrilla de Sebastián Castella, el novillero Borja Collado, la ganadería de Fuente Ymbro, como la más completa, y el toro ‘Horroroso’, de la ganadería de Jandilla, como el más bravo.

El otro gran toro de la feria fue ‘Damasco’, que quizás fuera el de menos bagaje de presencia de la hermosa corrida de Fuente Ymbro. Se empleó con soltura y cumplida misión en varas, pero fue un verdadero torbellino en la muleta. De los que piden todos los carnés posibles. De enorme transmisión e ímpetu. Pero también fijeza. Muy bravo. Al igual que ‘Horroroso’, recibió homenaje en el arrastre.

Del resto de toros, la mediocridad fue la nota común. Por lo general, excepto las corridas de Victorino Martín, Juan Pedro Domecq y Fuente Ymbro, la presentación ha sido cuanto menos muy irregular. Con toros que no cumplían los mínimos para una plaza de primera y que al aparecer al ruedo fueran recibidos con alguna protesta. Aunque luego, al poco, nadie echara cuentas de ello.

De los toreros, el triunfo rotundo de Roca Rey. Ídolo de esta plaza, que combinó lo superficial con lo fundamental, aunque no a partes iguales. Su saber estar en el ruedo, su conexión con la gente, su frescura, su capacidad, sus recursos, fueron valores que en la mayoría de ocasiones supera la realidad de un análisis más riguroso. Y la gran verdad de Paco Ureña, reaparecido tras su gravísimo percance de septiembre pasado en Albacete. El murciano ha vuelto como se fue, a lo grande. Con la misma pureza de su toreo, con la misma valentía auténtica, con su personalidad intacta. Es, además, otro de los toreros que cotiza en valores altos en esta plaza.

De Roca Rey y Ureña a los demás, ¿un mundo? No tanto. La sorpresa positiva la puso en sevillano Pablo Aguado en la remendada corrida de Alcurrucén. Su buen gusto ha calado tanto que todo el mundo esperaba que fuera elegido para sustituir a alguno de los toreros que, anunciados en principio, no pudieron torear. Por ejemplo, en las sustituciones de Manzanares, el 16, o en la de Emilio de Justo, el día 19, sobre todo. La polémica también se levantó por no contar con él, aunque en el entorno del torero no culpan a la empresa del “olvido”. Según lo que se dice a la sombra, pero que nadie se atreve a señalarlo públicamente, se le comentó a Ponce la posible entrada de Aguado por Manzanares, pero el valenciano prefirió el mano a mano con Ureña. En cuanto a la sustitución de Emilio de Justo, señalan a Román como principal impedimento al no querer abrir cartel en día tan señalado y en su propia casa. Lo de Ponce, máxima figura, cabe en lo posible; lo de Román, extraña tanta influencia. No obstante, la presencia de Finito, a pesar de actuación salpicada de buenos detalles, tampoco se entendió como lógica. Y, en todo caso, si nadie sale a explicar sin tapujos lo ocurrido, las especulaciones sobre el tema seguirán sobre la mesa.

Del resto de toreros sobresale la actuación de Octavio Chacón, sobre todo con uno de Victorino que hizo gala de la fama de esta ganadería. Valiente y sin reservas, plantó cara al único toro “alimaña” de verdad de la corrida. Además, pagó con sangre su debut en Valencia. La faena de Castella al ya famoso ‘Horroroso’, no acabó de estar a la altura del toro. Del resto Enrique Ponce en la corrida de Juan Pedro Domecq sacó su ciencia exacta; El Fandi no renunció, ni defraudó, en su vena más populista; López Simón salió a hombros en un triunfo en tono menor. Román y Ginés Marín por culpa de la espada echaron a la basura actuaciones muy meritorias con la corrida de Fuente Ymbro. Y el resto, algunos ni fu ni fa y otros defraudaron en su paso por estas Fallas.

De los novilleros, el valenciano Borja Collado acaparó todas las felicitaciones y se sitúa como la nueva gran esperanza valenciana. No defraudó otro valenciano, Miguelito, que se quedó solo en el ruedo por percances de sus compañeros y resolvió con entereza la papeleta. El madrileño Ángel Téllez dio muestras de tener oficio para empresas mayores.

Y capítulo aparte la parte sangrienta de la Feria. Octavio Chacón, Diego San Román, Borja Collado, el banderillero Francisco Javier Gómez Pascual, y sobre todo el grave percance de Enrique Ponce, fueron los que llenaron los partes facultativos. De todos, el de Ponce es el más complejo y, además, de muy larga duración. El torero sufre una fractura desplazada de la meseta tibial izquierda y un arrancamiento del ligamento lateral interno de la rodilla izquierda y además, una sección del ligamento cruzado anterior también en la misma articulación. Esta lesión es la que más preocupa, por su larga duración en cuanto a la recuperación. Pero a ello hay que añadir una fractura de la séptima costilla izquierda y una cornada en el glúteo izquierdo de dos trayectorias. El diestro fue trasladado a Madrid la tarde del martes para ser operado allí. Aunque han circulado pronósticos en cuanto al tiempo de recuperación, los doctores que le han atendido en Valencia son muy cautos en ello y estiman que será larga y compleja.

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