Redacción: Juan Guillermo Palacio – Foto: Cormanizales
Manizales – Colombia. La novillada, para muchos un festejo menor, le devolvió la ilusión a una feria que por primera vez en su historia había caído en la amargura de la mansedumbre.
Paispamba, una ganadería de la segunda clase, y un novillero sin alardes, Juan Sebastián Hernández, llenaron de imágenes las retinas y de sentido a una tauromaquia que había salido herida en su orgullo en la corrida anterior.
Cuando se es aficionado y se ve algo como lo de hoy, el sol interior calienta todos los rincones del cuerpo y el corazón se nutre de motivaciones para seguir andando. Es una sensación similar a vivir solo para acumular riqueza, en el desamor, y de repente conocer a Dios.
El toro es el rey. Presenciar un lote bravo es llenador. Ver novillos que lucharon en los medios, con motor, que entregaron el morro y persiguieron con temple, es un honor.
Y ver a un joven campesino parido torero al que le brotan las formas y los andares con la naturalidad con la que nace el agua, nos devolvió la fe. Sebastián Hernández tiene temple, lleva imantados a los toros sin esfuerzo y con valor. Aprieta cuando debe hacerlo y es capaz de mantener el interés con un inventario de recursos del difícil arte de la seducción. Cuando torea de rodillas lo hace con profundidad. Conduce la muleta con suavidad y duende. Extiende el capote y con sus vuelos los toros aprenden a embestir con longitud. Mide las distancias con la exactitud de un topógrafo y cuando hay que recortarlas lo intuye rápidamente, cruza la frontera y se mete en zona de alto riesgo con tal de generar emoción. Y, lo mejor, es capaz de hacer todo esto con el noble y con el rudo.
Aunque no cortó orejas, por la prepotencia academicista del presidente, fue una tarde de orejas simbólicas y arrastres lentos, imaginarios, que celebramos y que ninguno de los asistentes va a olvidar.
Síntesis del Festejo:
64ª Feria de Manizales. Novillada. Martes 8 de enero de 2019. Cielo despejado hasta el quinto toro cuando llovió. Tres cuartos de entrada. Se lidiaron novillos de Paispamba (Domecq en línea Torrestrella): variopintos, serios, con trapío y movilidad y bravura, salvo el primero que pudo tener mejor lidia y el quinto. Gitanillo de América hijo estuvo variado, demasiado quizás. Sin embargo no logró sacar el jugo de su lote. Su primero no salió de las tablas y su segunda faena careció de estructura. Saludo y silencio. Andrés Bedoya estuvo más solvente. Aunque logró ligar series, el mensaje careció de profundidad. Palmas tras aviso y 2 avisos. Juan Sebastián Hernández: petición y vuelta; palmas.
Hoy se llevará a cabo la tercera corrida con toros de Santa Bárbara (Juan Pedro y Núñez) para el colombiano Ramsés, Román y Álvaro Lorenzo.