Las hechuras presagiaban los momentos de triunfo de los Juan Bernardos pero en la medida que pasó la tarde la ilusión se desvaneció y no bastó la inmensa voluntad de la terna.
Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora – Fotos: Carlos Chavarro
Cali – Colombia. La primera corrida de la sexagésima primera feria de Cañaveralejo denominada corrida de triunfadores no fue lo que se anhelaba, ese empeño del ganadero cundinamarqués, quien ha llevado durante varios años la bandera triunfal, no pudo reeditar con sus astados lo sucedido en el cierre del año anterior y lo transcurrido en sus presentaciones de este año, triste, porque ningún criador de reses bravas lleva sus encierros a las plazas para no triunfar, eso es lo más seguro. Muchos se preguntarán ¿qué pasó? y las respuestas afloran, cada uno de nosotros aportamos desde nuestro conocimiento una afirmación, seguramente muy argumentada, pero la mística genética nos lleva a concluir a groso modo que desafortunamente se juntaron los bureles que no debieron estar, tal vez, los registros del ganadero traían recuentos de hermanos y padres con positiva historia, pero el garbanzo negro de cada familia apareció en este encierro y de ahí los resultados tan pocos favorables, una pena, porque la terna de actuantes tuvieron siempre esperanza, ambición, disposición y ganas de triunfo, la muestra relevante fue ese gesto de tan noble de regar un toro cada uno, eso se les valora inmensamente.
Pudiéramos decir que asistimos a corrida y media, nueve ejemplares estuvieron en el albero de la Sultana del Valle, Sebastián Castellá, Luis Miguel Castrillón y Andrés Roca Rey lidiaron cada uno tres toros y se jugaron el tipo, el único que pudo arrancar a ley un trofeo fue el torero francés en el cuarto de lidia ordinaria, los otros dos jóvenes alternantes se llevaron fuertes ovaciones pues los aceros los privaron en sus comparecencias de recibir un mayor reconocimiento. Es deber rescatar los buenos detalles, en primera instancia, los templados, embraguetados, largos y despaciosos naturales del Torero peruano en el séptimo de la tarde noche, que belleza se conjugo entre los dos, eso a mi humilde modo de ver llenó el vacío de la tarde y naturalmente la interpretación elegante, serena del toreo con rodillas en tierra tanto en percal como en pañosa del antioqueño Castrillón en el segundo de su lote, momentos aislados pero satisfacción taurina para muchos aficionados.
Ficha del Festejo
Plaza de Toros de Cañaveralejo – 1ª Corrida de Feria – Toros de la Ganadería de Juan Bernardo Caicedo bien presentados y sin posibilidades en su gran mayoría. Sebastián Castellá: Silencio y algunos pitos al toro, Oreja y pitos al toro y Sonora ovación y pitos al manso octavo. Luis Miguel Castrillón: Leves palmas, Silencio y pitos injustos a un buen toro, que inexplicablemente se derrumbó en la lidia y Leves Palmas con pitos al noveno. Andrés Roca Rey: Silencio y pitos al toro, Silencio y Enorme ovación en el séptimo.