Una oreja para Juan José Padilla –en sustitución de Cayetano-, otra para Enrique Ponce y dos tras una faena cumbre de Roca Rey al tercero de una corrida de Miranda y Moreno desigual de juego.
Redacción: Marco Antonio Hierro – Cultoro.es – Web Aliada – Foto: Luis Sánchez Olmedo
Colmenar Viejo – España. El cartel estrella de la Feria de la localidad madrileña de Colmenar Viejo tenía lugar en la tarde de este lunes, 27 de agosto. Se lidiaban astados de Miranda y Moreno para Juan José Padilla –en sustitución de Cayetano-, Enrique Ponce y Roca Rey.
Con mucha facilidad se abrió de capa Enrique Ponce para lancear con ritmo la embestida humillada del castaño que abrió plaza. Con sus dos pitones serios y sus carnes sueltas, peleó con más ímpetu que entrega en el caballo. Dos verónicas en el quite, ambas por el pitón izquierdo, mostraron la cara volcada y la clase del de Miranda y Moreno. Y tuvo mucha clase el animal mientras la raza, muy justa, le permitió acometer en la muleta de media altura de Ponce. Nunca lo obligó, nunca le exigió más de la cuenta para que no protestase. Un par de cambios de mano de excelso dibujo, un par de muletazos de suave gusto, todo bien empacado, siempre en el sitio, sin sufrir nada para firmar una obra de tremenda facilidad. Un pinchazo y una estocada corta dejaron la valoración en ovación.
Al segundo, apretado y pelotudo de morillo, le aprovechó Padilla la movilidad en corto para llegar al te dio con verónicas, chicuelinas y hasta una revolera de recurso que demostraron el cariño de la plaza por él. Pero no hubo demasiada opción con la muleta, porque el animal echó el freno y de nada sirvieron los esfuerzos de Padilla. Un sablazo infame lo dejó todo en silencio.
Bajo, reunido y bien hecho salió el sardo tercero, al que le sopló un manojo de verónicas encajadas Roca Rey como el que pasea por Alcalá. Como las chicuelinas que comprometió en el quite, siempre limpias y ajustadas. Dos cambiados en los medios prolongaron la faena, que aprovechó el temperamento humillado del animal para exprimirlo por abajo. Despacio, siempre metido, siempre colocado para ligar la repetición emotiva ofreciendo el pecho. Larguísimo a zurdas, con el toque contundente para fijar un viaje que siempre se entregaba por abajo. Monumental en los de pecho, vertical y hierático para alimentar su misticismo. Macizo el peruano. Tandas cortas, sin adornos, sólo toreo y seriedad para firmar u a obra imponente. Final por manoletinas comprometidas y espada o para reventar al de Miranda y Moreno y la feria de Colmenar. Dos orejas.
El cuarto fue un toro espeso de raza justa y media altura, de esos que sólo Ponce parece comprender. Y vaya si lo hizo, tal vez espoleado por la rotundidad de Roca Rey. Vertical en su toreo, supo exigir en la media altura a un animal que aceptaba mal las exigencias por sus carencias acusadas. Un cambio de mano a zurdas resultó superior, igual que el compromiso de Enrique con la faena. Una estocada hasta la gamuza facilitó la oreja.
Con una larga cambiada en el tercio saludó Padilla al quinto, más suelto de carnes, más fino de cabos, al que sí decidió banderillear el Ciclón. Solvente con los palos, supo Padilla llegar al tendido con tres pares de dentro a fuera. De rodillas fue Juan a la conquista del tendido con la muleta, y con él estuvo siempre. Más que un toro de media embestida y media humillación que protestó los embroques y se mostró remiso a tomar la muleta que le ofrecía el Pirata. Aún así, se afanó Padilla en darle trapo hasta la estocada contundente que acabó con el toro. Oreja.
El horrible sexto blandeó, además, en los primeros tercios y fue devuelto. En su lugar salió un sobrero de Albarreal grandón y dormido que tardó en enterarse de dónde estaba. Tampoco lo hizo mucho en la muleta, pero arrancó lo suficiente para que Roca Rey le asentase talón y se coloca se en el sitio donde no hay más opción que embestir. Le dio pausa el peruano, tanta como trapo, y le dio corta la distancia para aprovecharle un viaje de por sí corto. Un cañón fue Andrés con la espada para saludar una ovación.
Ficha del Festejo
Plaza de toros de Colmenar Viejo (Madrid). Segunda de la Feria de Los Remedios. Corrida de toros. Tres cuartos de entrada en el numerado. Toros de Miranda y Moreno, de gran clase con la raza al límite el primero, a menos; sin raza el aplomado segundo; temperamental, humillado y emotivo el buen tercero; espeso y de media altura el altiricón cuarto; de media humillación el medio toro quinto; aplomado y sin fondo el insulso sexto bis. Enrique Ponce, ovación y oreja. Juan José Padilla, silencio y oreja. Roca Rey, dos orejas y ovación.