EMILIO TRIGO
Juan José Padilla, se ha convertido en todo un emblema de triunfo. Una ‘gloria’ que ha conseguido tras superar el gravísimo percance sufrido en 2011 en Zaragoza, que a punto estuvo de dejarle fuera de la vida. Durante estos seis años desde entonces, ha toreado más de quinientas corridas, “Siendo el líder del escalafón en las temporadas 2013, 2014 y 2017”. Ahora en la actual, ha decidido poner punto y final a su trayectoria como matador de toros en una decisión “Tomada desde el convencimiento pleno del orgullo de mi trayectoria. Quiero celebrar mi 25 temporada agradeciendo a todo el mundo el cariño que me ha demostrado. Del toro te puede retirar el toro, la afición o tú mismo”.
‘El Ciclón de Jerez’, con 39 cornadas, e innumerables operaciones quirúrgicas se retira pletórico y en plenas facultades, tras haber logrado proezas como, abrir la Puerta del Príncipe de la Real Maestranza o indultar un toro, en la Monumental de México. Pero hay algo que va más allá, Juan José Padilla, es un auténtico héroe para el pueblo, al que bautizaron como ‘El Ciclón o El Pirata’, un ejemplo de victoria de todas las adversidades. Por ese inexorable camino “Al principio de mi carrera, mataba las corridas más duras”, en las que demostró su entrega y su dominio del oficio, en todos los tercios y “Tras el percance, me abrió las puertas de los grandes carteles”, con ganaderías menos duras en las que ha ofrecido nuevas facetas de su diversa tauromaquia, engendrada principalmente en la escuela de su particular maestro D. Rafael Ortega.
Por todo ello, “Padilla, Illa, illa, maravilla” se ha ganado el respeto y el afecto de todos los países y públicos taurinos, incluido el de la primera plaza de mundo, como es, Madrid.
Llega Madrid, la plaza más importante del circuito a nivel mundial, dentro de un año que es especial, en el que se despide, donde dirá adiós en muchas plazas. Pero Madrid es Madrid.
“Es una de las plazas que me apetecía estar y quería estar para decir adiós, aún con el compromiso que supone estar en Madrid. Todos saben que es la Champions del toreo y San Isidro es la feria con la que todo torero sueña con hacer el paseíllo. A lo largo de mi trayectoria ha habido momentos buenos porque ha habido toros que he cuajado y he cortado orejas en distintas tardes sueltas pero no he redondeado nunca una tarde para poderme ir con el convencimiento y la ilusión de haber llegado a emocionar la afición de Madrid. Y ese es mi motivo principal desde que me anuncié dejar el mejor recuerdo y a ser posible que el día de mi despedida cuaje un toro y Madrid se pueda emocionar”.
Corrida que es de Jandilla, hierro que conoce a la perfección, y con uno de los grandes carteles de San Isidro, comparte tarde con Sebastián Castella y Roca Rey. En una tarde así ¿quién es la mayor competencia o el máximo rival, uno mismo o la tarde y os compañeros?
“Para mí la rivalidad convive con mi compromiso porque soy yo quien tiene que dejar el mejor recuerdo después de estos 25 años de matador de toros. Lo que tengo claro es que en el ruedo no se tiene que notar que me voy a despedir, siempre he dicho que a la plaza hay que ir a demostrar que uno se va a ganar la feria siguiente. Por eso los tres toreros queremos ganar una pelea en cada toro. Visto de otra forma me encantaría que los tres compañeros pudiéramos salir por la puerta grande, pero vestido de luces el león ruge de otra forma”.
Ha hecho referencia que a pesar de todos estos años en los que ha toreado todavía queda esa faena soñada. Es verdad que a lo largo de su trayectoria ha toreado en Madrid en una diversidad de carteles pero hay especialmente uno que significó mucho para usted, el de la Beneficencia.
“Haber tenido la suerte de estar en Madrid durante tantos años con diferentes corridas, Miura, Vitorinos, Pablo Romero, Conde la Corte, Escolar, Adolfo Martin, Samuel Flores que me fue una tarde muy bonita porque tras dos años de ausencia fue como una reconciliación. Después de todo esto ser recibido por Madrid con ese cariño en una corrida de la Beneficencia fue un premio para mí, como un regalo caído del cielo. Jamás podía imaginar que iba a hacer el paseíllo con Morante y Castella en la corrida de la Beneficencia”.
¿Cómo llega Juan José Padilla a Madrid? Ya han pasado ferias importantes y se ha despedido recientemente de su tierra, Jerez.
“A pocos días de mi despedida en Jerez, imaginaros cómo me visto en Madrid. Con unas sensaciones muy positivas, con un punto muy bueno en mi tauromaquia, lógicamente con la responsabilidad y el compromiso y con los deseos de que un toro me ayude un poco, nada más. Por lo demás, como siempre he dicho, estoy tranquilo porque la preparación ha sido la óptima para ello, tengo ganas y tengo ilusión en hacer el paseíllo Las Ventas y despedirme de Madrid, vivo con el anhelo de que será una tarde para el recuerdo”.
Madrid no es una tarde cualquiera por el compromiso y la responsabilidad tan grande que tiene una feria como la de San Isidro.
“Evidentemente esta plaza ha marcado la carrera de muchos toreros. Marca la pauta de los nuevos, marca la pauta de las figuras, marca la pauta de las ganaderías. Por eso es el templo del toreo, la plaza en la que todos los toreros soñamos con triunfar y abrir la puerta grande. Pero en algunas ocasiones simplemente con que los aficionados sepan reconocer y captar el esfuerzo, la integridad y disponibilidad eso ya es un triunfo. Yo voy con ese convencimiento y ese fin, para que el aficionado al terminar la corrida pueda reconocer que Padilla no ha pasado de puntillas por Madrid sino que lo ha hecho con todas sus armas y toda su entrega”.
Con este día habrá hasta soñado.
“Siempre, porque sin tener deudas pendientes, Las Ventas es una espinita clavada. Para mí sería importantísimo cumplir el sueño de triunfar rotundamente en Madrid. Sevilla, Valencia, Pamplona, Bilbao… todas esas plazas me han visto triunfar pero me queda esa espinita de Madrid. Sólo quiero que pueda convencer a todos los aficionados, que sea un éxito rotundo”.
Muchas gracias, sólo nos cabe desear que sea la tarde soñada. ¡Suerte!
“Gracias, insistimos en eso. Los sueños se cumplen”.