Vísperas de reaparición, José Antonio Morante de la Puebla, espesa melena, patillas decimonónicas, camisa floreada, chaqueta tornasol, codos en el escritorio que fuera de “Joselito El Gallo” y junto a su retrato tamaño natural, va desgranando frases casi a media voz, caviloso, sereno, en conversación con Javier Hurtado, para “Tendido cero” de RTVE. Sabe que muchos le oyen. Que molestará.
“Hoy se torea peor que nunca… Se hace un toreo muy artesano no artístico… Faenas preconcebidas… Olvidan las raíces… Cuando llegó la televisión fue peor, el torero comenzó a fingir… Se preocupó más por ponerse bonito que por torear… Esto es un rito cultural casi religioso, hay que cuidar las formas… No puede ser un circo…
Estoy en contra de las escuelas taurinas… Torear es un pensamiento solitario… El toro no debe ser burlado por gusto… debe morir digno en la plaza… No en el desolladero en forma oscura… La sociedad actual no quiere ver la realidad de la vida porque ojos que no ven corazón que no siente… Vivimos consumidos por los políticos…
Televisar las corridas no es beneficioso… El toreo se debe comentar con mucha prudencia y silencio… Dejar que el espectador piense por sí mismo… Quieren comparar el toreo con el fútbol… Para ver una corrida, lo primero es estar predispuesto… El toreo es espiritual y artístico, como un cuadro que no necesita tanta explicación… Pinto los míos con intención nueva y esperando que el lienzo, el toro, no me haga salir corriendo…”
Opiniones que no necesitan traductor ni metalecturas. Manolo Lozano firmará por él, de veinticinco a treinta tardes. “En las plazas que nos interesen”. No se dejará televisar, y su toro, como le señala Hurtado, estará en concordancia con lo que adujo para el retiro: “…ese tan grande que sale hoy va en contra del toreo de arte, y ya no puedo más”.