Redacción: Marco A. Hierro – Cultoro.es – Web Aliada – Foto: Sara de la Fuente
José Garrido pasea una oreja de ambición en tarde de corrida excelente, Bautista correcto y Simón ausente.
Sevilla – España. A la luz de los candiles se nos moría la tarde el festejo que llamó El Pilar al toreo ralentizado. A la luz de los candiles vimos la ambición de José, tres horas después de venir buscando la gloria. Se palpa peor el toreo cuando se nos hace de noche y no nos emborrachamos de luz después de sentir despacio. Y en Sevilla hay siempre menos prisa para todo.
A la luz de los candiles arrancaba Garrido la oreja que debió ganar cuando el cadáver del gran tercero se iba a destacar entre aplausos. Lo cierto es que Sospechor era de entregar las dos. Porque buscar la excelencia implica mirar más allá de las evidencias lógicas, y hay ciegos que se empeñan – y mucho- en no querer ver la realidad. Y hoy José fue hambre pura, ambición desmedida y entrega desordenada para alcanzar su objetivo. Y al final lo logró.
Tres chicuelinas arrebujadas en el quite que le sopló al tercero, sorpresivo al salir del caballo, irregular mientras le daba distancia y le aplicaba tiempos como si fuera problema de aire más que de lentitud en las formas. Fue listo el pacense en ese inicio, y largo para cincelar los de pecho en un recuerdo monumental. Fueron los instantes en que se conjugaron las dos voluntades. Y la oreja que se quedó debiendo en el tercero la paseó José, tras la vuelta al ruedo, cuando las candelas le ponían el fin a la tarde. Porque ya era noche.
Noche como la que se le hizo a López Simón con el lote de más clase, de más calidad y de más opciones de una corrida donde casi todos le tocaron a él. Y se fue en silencio. Mal menor para el de Barajas, porque esto en Madrid no suele ser tan amable.
Ni amable ni todo lo contrario fue lo de Juan Bautista, que derrochó corrección, sabiduría y paciencia con dos animales de más fondo que formas para que no le sirviera de mucho su regreso a Sevilla. Pero no depende Juan del resultado de hoy para cuadrar su año.
El año se lo lleva, según lo visto hoy, una corrida de El Pilar en la que tres ejemplares – dos aplaudidos en el arrastre- confirmaron que es la de 2018 la feria en la que embiste los toros. Y diría el patrón de los toreros «que no nos falte».
Ficha del Festejo
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Décima de abono. Corrida de toros. Media plaza. Seis toros de El Pilar, cuarto y quinto como sobreros. Juan Bautista, silencio y silencio. López Simón, silencio y silencio. José Garrido, vuelta tras aviso y oreja.