Redacción: Javier Baquero – Jaba
“La juventud es una virtud” dicen los que más años acumulan, será porque pueden disfrutar de algunas “ventajas”. Más movilidad, más ímpetu, más pulmones, en más de mucho, sin embargo, el comportamiento de los hombres con madurez suman otras condiciones, las cuales nunca le podríamos exigir a los mozalbetes, el peso del adulto, no lo puede cargar el infante, pues su estructura no da para tal esfuerzo, por eso los niños obesos se ahogan más, pierden el equilibrio, no pueden hacer ciertos ejercicios y en general no se pueden acoplar a esa condición que no es propia de su desarrollo interno.
Al mozo, cosas de mozo, exigencias de mozo y cargas de mozo, al toro peso de toro, exigencia de toro y comportamiento de toro. Por todo lo anterior así sea grande el esqueleto del mazuelo, no podemos sobrepasar su capacidad de carga. Es más el comportamiento y el desarrollo animal no es el mismo en los críos que en los adultos. Por grande que sea un niño, siempre será un niño y no un hombre adelantado.
Qué bueno que pudiéramos ver toros con más de cuatro años efectivos y demostrables, con guarismos en los lomos, notariados y de verificación pública. Recordemos que la madurez del hombre no la alcanza el niño por grande que sea su cuerpo o su altura supere la de los padres.